La Evaluación Nacional de Cultivares:
una aliada en las buenas decisiones

La Evaluación Nacional de Cultivares consiste en redes de ensayos experimentales realizados con el objetivo de predecir el comportamiento de los cultivares en distintos ambientes productivos. Desde 1997 somos los responsables y junto al Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA), Facultad de Agronomía (FAGRO), Maltería Uruguay y Maltería Oriental conducimos los ensayos a nivel nacional.

La evaluación genera datos sobre rendimiento, calidad y comportamiento sanitario de los cultivares sembrados en las mismas condiciones de producción. Estos ensayos incluyen variedades ampliamente difundidas a nivel comercial (testigos) contra los que se comparan los nuevos materiales.

Los resultados de la evaluación se publican anualmente por cultivo o grupo de cultivos (forrajeras). En la publicación se detalla el comportamiento de cada cultivar por ambiente (localidad, fecha de siembra y manejo hídrico). Además, se promedia el rendimiento en todos los ensayos sembrados. Cuanta más información haya de un cultivar, mejor será la predicción de su comportamiento. En todos los ensayos se presenta la diferencia mínima significativa (DMS), medida estadística que permite determinar si dos cultivares se comportan diferente en los distintos ambientes evaluados.

Un ejemplo en raigrás:

Producción de forraje de los cultivares de raigrás anual (kg materia seca/ha)

Cultivares 2017 (7 cortes) 2018 (6 cortes) Promedio (2017+2018)
Cultivar 1 12569 10052 11311
Cultivar 2 (testigo) 11750 9726 10738
Cultivar 3 9566 7392 8479
DMS 849 590 710

En el promedio de los dos años, la diferencia entre el Cultivar 1 y el Cultivar 2 es menor a 710 kg (DMS), por lo cual estos cultivares no se diferenciaron en su comportamiento. Sin embargo, el Cultivar 3 fue menos productivo que los dos primeros, dado que la diferencia entre ellos es mayor a la DMS. En este ejemplo se analiza únicamente el rendimiento anual, pero es posible comparar otras variables como: producción por corte, comportamiento sanitario, fecha de panojamiento, etc.

Con estos datos, los productores pueden anticipar la adaptación y el comportamiento de los cultivares en sus sistemas productivos (suelos, temperatura, tecnología). Por ejemplo, al elegir un cultivar con buen comportamiento sanitario se podría reducir el uso de fungicidas lo que impacta directamente en la productividad y sustentabilidad ambiental.

La evaluación es un insumo que contribuye a la elección reflexiva y profesional de los cultivares a utilizar. Recomendamos acceder a esta información objetiva, gratuita y valorada a nivel internacional. Los invitamos a conocer los resultados disponibles en nuestro sitio web.

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